Actualmente nos enfrentamos a uno de los mayores desafíos en el ámbito de la movilidad de personas y mercancías. Los vehículos con motor de combustión interna han dominado el transporte por carretera durante más de 100 años, pero son nocivos para el hombre y la naturaleza. Además de las emisiones de CO2 que provocan el cambio climático, los contaminantes como el NOx tienen impactos negativos en la calidad del aire en zonas urbanas.
El transporte por carretera se sitúa en el centro de algunos de los retos sociales más importantes. La importancia de la sostenibilidad y seguridad energética, el cambio climático, los aspectos medio ambientales y la seguridad vial son cada vez más reconocidos; la necesidad de una movilidad accesible, asequible y sólida es admitida por la creciente población urbana; la reciente crisis financiera mundial ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar la competitividad de Europa.
Los fabricantes de vehículos son muy conscientes de los problemas que tenemos por delante y todo tipo de vehículos eléctricos (EVs) se están incorporando al mercado. Sin embargo, existen barreras para la electrificación del transporte por carretera, que afectan a la aceptación del consumidor y a su confianza en este tipo de vehículos. Para que se dé una migración significativa al transporte eléctrico y la movilidad de persona y mercancías se necesitan nuevos servicios TIC innovadores.
Los servicios TIC propuestos por SmartCem facilitarán el intercambio de vehículos, el transporte público o la distribución de mercancías así como la optimización del rendimiento de los vehículos eléctricos, aumentando el conocimiento y aceptación por parte del público, y aumentando la confianza de los usuarios finales hacia una nueva forma de movilidad: la movilidad eléctrica. De esta forma, los resultados de SmartCem contribuirán al despliegue y a una mayor asimilación de la smart connected electro mobility (electro-movilidad inteligente) como un cambio radical del sistema de transporte de hoy en día, haciendo avanzar a Europa hacia sus objetivos de reducción de emisiones de carbono. |
Las barreras a la electro-movilidad están relacionadas principalmente con las limitaciones de las baterías de los vehículos eléctricos, no sólo por su peso y autonomía, sino también por la necesidad de infraestructuras de puntos de recarga. Actualmente, los vehículos eléctricos todavía se utilizan para trayectos cortos debido a la autonomía de las baterías.
La cuestión de la autonomía de crucero es de vital importancia para los consumidores, aunque la mayoría de las encuestas y estudios muestran que la mayor parte de los desplazamientos se corresponden con la autonomía teórica de los EVs, los estudios de mercado resaltan la existencia de una "ansiedad de autonomía" entre los consumidores. Aunque sería bueno un cambio en la percepción de los conductores respecto a este tema, corresponde también a los servicios TIC facilitar la gestión de los viajes de los EVs y todos los aspectos relacionados con la simplificación de la carga de los vehículos eléctricos para superar esa "ansiedad de autonomía".
El coste es también una barrera importante, con un precio de compra en la actualidad mucho mayor en comparación con los vehículos convencionales, y unos gastos de mantenimiento que causan cierto escepticismo entre los consumidores. Esto podría allanar el camino para un cambio en la visión tradicional del transporte por carretera basada en la propiedad del vehículo, y un aumento en la demanda de servicios como el intercambio de vehículos. El ahorro de costes de energía unido al alza en los precios de la gasolina y las posibles economías de escala vinculadas a la gestión de flotas EV también puede convencer a los operadores de flotas públicas y privadas a la adopción del vehículo eléctrico.